Fragmento de lucerna romana en la que se aprecia el tizne negro en el extremo del Infundibulum.
- Procedencia: Cartagena, junto al anfiteatro.
- Época: s. I. d.C
- Tamaño: 48 x 93 x 41 mm
- Peso: 66 g
- Material: Terracota
Las lucernas o antiguas lámparas romanas eran pequeños utensilios, hechos en piedra o de terracota, usados desde la prehistoria aunque fueron los antiguos romanos quienes explotaron su producción masiva y su uso generalizado para tener luz artificial. Eran alimentadas con aceite de oliva y tenían desde una a una docena de mechas. Algunas tenían asas, por lo que podían ser llevadas de una habitación a otra, y también podían ser llevadas por actores en las obras o por los participantes en actividades rituales.
Las lucernas mostraban en relieve escenas eróticas, gladiadores, motivos mitológicos o patrones florales. Estas lámparas se hicieron muy populares, ya que se podían coleccionar y eran relativamente baratas. Estas lucernas fueron fabricadas en masa en grandes cantidades durante el imperio, usando moldes en vez de técnicas artesanales. Como resultado de esta manufactura rápida y barata, varios miles de ejemplos pueden admirarse en museos de todo el mundo.
Las lucernas son un registro material muy recurrente en las excavaciones arqueológicas debido a su abundancia en los yacimientos (sobre todo de época romana y medieval) y a la gran información que aportan al estudio arqueológico.
Al depósito de combustible se le denomina Infundibulum. Discus a la cubierta del mismo, que solía tener forma cóncava para permitir un mejor llenado del aceite y estaba generalmente decorado. Rostrum era la extensión del Infundibulum hacia adelante para colocar la mecha o Ellychnium. Al otro lado se encontraba el asa para su transporte o Ansa.