Hace mucho tiempo que venimos pidiéndolo y ni caso. Las Fiestas de Cartagineses y Romanos merecen un campamento estable auténtico, funcional y acorde a la categoría que tiene un acontecimiento lúdico-cultural como este.
Varios han sido los intentos para conseguirlo, incluso hace unos años se convocó un concurso oficial con proyecto ganador y todo.
El campamento estable es lo más importante por lo que la Federación de Tropas y legiones (FTL) debe luchar en la actualidad, lo demás es pan para hoy y hambre para mañana. La FTL tiene, en mi opinión, la lista de prioridades poco clara o equivocada. No importa tanto si el circo es aquí o allá, si nos conceden pronto la declaración de Interés Turístico Nacional, o si nos conocen en el Kurdistán. Lo verdaderamente importante es consolidar la fiesta y todos sus elementos básicos y diferenciadores… y el campamento lo es y de qué manera.
Muchos de los problemas que hay en el campamento se podrían solucionar: infraestructuras, servicio eléctrico, agua, sonido… diseñando un lugar más próximo a un parque temático que a un mercadillo de pueblo, que es lo que tenemos ahora.
Y digo que Cartagineses y Romanos lo merece por varias y poderosas razones:
- Fueron el elemento definitivo para la concienciación social y política, del potencial que la historia y la arqueología tienen para Cartagena. Cuando comenzaron las fiestas a las «piedras viejas» todos las llamaban ruinas romanas, ahora las conocemos como restos arqueológicos.
- En 1990 cuando hablabas de Escipión, Aníbal, Himilce, Cayo Lelio, Segunda Guerra Púnica, etc, la gente decía: ¿cualo?. Ahora el menos espabilao te da una disertación sobre el tema.
- Las ruinas romanas no interesaban a nadie, ni a los políticos ni a los ciudadanos, solo a unos pocos chiflados llamados arqueólogos. Y éstos sufrían al ver como se perdían los vestigios de otras épocas bajo la inexorable acción de las excavadoras. Ahora se cuida y se mima cada piedra que aparece (o por lo menos eso quieren que creamos), se las «pone en valor» enseguida. Las Tropas y Legiones, con su labor didáctica enseñándonos parte de nuestra gloriosa historia, han conseguido que amemos esos restos y exijamos que se cuiden y protejan.
- Los festeros, con su esfuerzo, dedicación, amor por Cartagena y su historia, han conseguido en muy pocos años una fiesta de calidad, declarada de Interés Turístico Nacional,… que no es nada fácil.
Hemos crecido rápido y no siempre de la mejor manera, por eso ya es hora de calmarnos y ver cuales son las prioridades.
Por todo esto y por muchas otras cosas más, merecemos que nuestros políticos sean justos con nosotros y nos proporcionen un campamento digno, para hacer una fiesta mejor, para el disfrute y orgullo de todos los cartageneros.